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Historia

DATOS GENERALES

La Villa de Navas de San Juan pertenece a la provincia de Jaén, partido judicial de La Carolina; está situada al N.E. de la capital de provincia, a 654 m. de altitud sobre el nivel del mar. El término tiene 175’8 Km² y 4.528 habitantes (según datos del INE 2020). Localizado en la vertiente sur de Sierra Morena, se encuentra en la cuenca hidrográfica del río Guadalquivir, y de su afluente principal, el río Guadalimar. Es uno de los ocho municipios que conforman la comarca El Condado de Jaén, limitando con los términos de Santisteban del Puerto, Aldeaquemada, Arquillos, Vilches, Úbeda y Sabiote. Con una economía basada principalmente en la explotación del olivar, con una notable producción aceitera, a la que se le suma la de otros cultivos como el pistacho, también tienen gran importancia las ferias ambulantes y la actividad ganadera bovina, vacuna, porcina y avícola.

HISTORIA

A mediados del II milenio a.C., el territorio que hoy ocupa Navas de San Juan ya presentaba una importante ocupación humana, como testimonian los asentamientos de Castellón y la Atalaya.

Navas de San Juan debió fundarse en la etapa ibérica por una colonización promovida desde el gran centro íbero de Cástulo, en torno al siglo IV a.C. En época romana se convirtió en punto clave en el camino entre Cástulo e Ilugo, como testimonian dos miliarios aparecidos en su término. Según los escritos, en el entorno de Navas se ubicaba una mansio, “Ad Morum”, que fue alto en el Camino de Aníbal. En su territorio proliferaron las explotaciones agropecuarias tipo villa, como “El Acero” o “El Cerro Prior”.

Posteriormente, en tiempos de Al-Ándalus, Navas sería una alquería o pequeña población integrada dentro del distrito administrativo de Sant Astiban. Al igual que ocurrió en otras zonas ante el avance de los ejércitos cristianos por tierras de La Mancha, los musulmanes reaccionaron con una importante reestructuración de su organización defensiva, edificando numerosas fortalezas, como pudo ser el caso del castillo de Navas de San Juan, que más tarde fue reformado por los cristianos y del que actualmente solo se conserva parte de un torreón que puede observarse desde la Plaza de Armas. A pesar de esto, sí hay restos de otras estructuras fortificadas de la época como el Castillo del Ero, el Castillo de Torre Alver y el Castillo del Santuario de la Virgen de la Estrella.

Las  tierras de Navas fueron conquistadas por Fernando II en 1226 e integradas en las tierras de realengo, bajo la jurisdicción de Santisteban. En 1254, el rey Alfonso X donaba Santisteban al Concejo de Úbeda y, más tarde, en 1285, el rey Sancho IV convertía de nuevo a Santisteban con sus términos en villa de realengo. En 1371, las Navas y Castellar formaron, por privilegio real, el señorío de Santisteban, entregado por Enrique II a Men Rodríguez Benavides. En 1473, Enrique IV lo convierte en condado, concediéndole a don Diego Sánchez de Benavides el título de Conde de Santisteban.

En 1793, Felipe V eleva el título a ducado y lo otorga a la Casa de Medinaceli. La vinculación con Santisteban durante la Edad Moderna concluyó en 1802 con la concesión del privilegio de villazgo, por parte de Carlos IV, a cambio de un impuesto cifrado en 15.496 pesetas, alcanzándose de esta forma la autonomía institucional. Tras esto, los vecinos se reunieron con el ya nombrado juez de la villa y escribieron un memorial en el que se rogaba al Rey que se le quitase a Navas el nombre de San Esteban, poniendo en su lugar el de San Juan Bautista, siendo este el patrón por el que los vecinos sentían gran devoción. La petición fue aceptada y, desde aquel momento, la villa se conocería como Las Navas de San Juan Bautista.

Durante la invasión francesa de 1808, la villa de Navas fue objeto de tres asaltos con los consiguientes episodios de represión. Poco después, durante la agitada primera mitad del siglo XIX, protagonizada por los enfrentamientos entre liberales y absolutistas reflejo de la Primera Guerra Carlista, el municipio comenzó a consolidarse, creciendo fuertemente desde el punto de vista demográfico. La segunda mitad del siglo XIX siguió marcada por este desarrollo y por el inmovilismo político e institucional, que no era otro que el marcado por el caciquismo local. Posteriormente, con la llegada del régimen republicano, se inició un periodo de cambios y transformaciones fatalmente truncados por la Guerra Civil en el año 1936, los trágicos años de posguerra y el comienzo de la dictadura en 1939, que supuso una gran represión política y, así, el inicio del declive del mundo rural, en general, y de Navas de San Juan, en particular, que pasó de tener 7.859 habitantes en 1940 a tener 6.046 en 1975 y la despoblación del mundo rural acontecida desde los años 50.

En la actualidad, Navas es el municipio de mayor población de la comarca El Condado, ubicada en el norte de la provincia de Jaén y constituida por las poblaciones de Arquillos (con la pedanía de El Porrosillo), Castellar, Chiclana de Segura (con las pedanías de Camporredondo, Los Mochuelos y La Porrosa), Montizón (con las pedanías de Aldeahermosa y Venta de los Santos), Navas de San Juan, Santisteban del Puerto, Sorihuela de Guadalimar y Vilches (con las pedanías de Guadalén y Miralrío).